martes, 14 de diciembre de 2010
Visita a Santiago de Compostela.
No me pude resistir y antes de terminar el año 2010, visité la mágica ciudad de Santiago. Gente por doquier, frío también y una esencia de fe y fervor popular que no me podía imaginar.
Larguísimas colas para abrazar al Apóstol. La Catedral abarrotada en todas las misas que se celebraban. Gente de muchísimos lugares del mundo y de España. Totalmente de admiración.
A pesar de que habíamos comprado un paraguas de 3 euros no hizo falta estrenarlo, pues el cielo nos respetó. Sólo cayó un chubasco de agua cuando estábamos cenando un rico plato de pulpo y unso mejillones a la gallega.
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